¿Vivo en una ciudad “amigable”?

Lisandra Fariñas Acosta
Publicado en Granma

Mi viejo acaba de cumplir los 67 años aunque no los aparenta. No está maltratado como se dice popularmente; pero ya cruzó la curva de la llamada tercera edad y a cada rato me sorprende con una inquietud.

¿Estamos viviendo en una sociedad preparada para lidiar con el envejecimiento?

Y mi padre, que sé no excluye de esa pregunta la educación de las nuevas generaciones en el trato correcto con sus mayores, indaga sobre algo más.

Habla de amor y respeto, pero también de si los entornos urbanos en los que convivimos hoy son lo suficientemente “amigables” con los ancianos, y no sobra decir que una ciudad que se piensa para los que más han vivido, beneficia a las personas de cualquier edad.

El último Censo de Población y Viviendas realizado en el año 2012, arrojó que un 18,3 % de la población cubana tiene 60 años o más; y expertos vaticinan que para el 2025 ascenderá al 25 % la población adulta mayor, cifra que se duplicará para el 2050.

El envejecimiento poblacional se coloca entonces en la agenda de desarrollo del país como un desafío impostergable, y del cual todos los sectores sociales forman parte.

Preguntémonos, ¿se conciben siempre los servicios básicos a la población teniendo en cuenta las distancias que hay que recorrer y por supuesto la disponibilidad de transporte? ¿Existen abundantes áreas verdes que nos protejan del sol? ¿Hay disponibles asientos públicos ubicados, bien mantenidos y seguros en paradas de ómnibus y establecimientos? ¿Tiene nuestra población suficientes baños públicos limpios, seguros y accesibles para personas con discapacidad?

Son estos apenas algunos de los requisitos que promueve la Organización Mundial de la Salud como indispensables para la proyección de espacios urbanos en armonía con los adultos mayores. Pero la lista es mucho más amplia, y me recuerda cuánto falta por hacer en una Cuba que en poco tiempo será una de las naciones más envejecidas del mundo.

El panorama demográfico es algo en lo que hay que pensar antes de proyectar, construir, modificar o priorizar. A la necesidad de aceras bien mantenidas e iluminadas, de concebir edificios públicos plenamente accesibles y la eliminación de todo tipo de barreras arquitectónicas, pueden sumarse muchísimas otras acciones.

Se trata de que los conductores de los ómnibus aguarden a que las personas de edad se hayan sentado antes de volver a poner en marcha el vehículo, de que existan asientos prioritariamente destinados a ellas en los autobuses. Se impone una necesaria cortesía vial, porque en no pocas ocasiones la luz del semáforo cambia demasiado rápido para quien no puede andar tan a prisa.

Hay que procurar que siempre se suministre información clara, visible, con lenguaje claro; u otros servicios de manera amigable      y personalizada, en lugar de servicios de respuesta automática. A mi juicio, todas estas medidas forman parte también de la tan necesaria cultura cívica que respete e incluya a los mayores.

Las proyecciones de la dinámica demográfica cubana dan cuenta de que aumentará la demanda de servicios de Geriatría, Geronto­logía, de Seguridad y Asistencia social. Según datos del Censo de Población y Viviendas del 2012, alrededor de un 13 % de los hogares tienen un adulto mayor solo. Emergen problemáticas como los cuidados, hoy una de las causas fundamentales de la sobrecarga de roles que experimentan, por ejemplo, las mujeres cuidadoras en las edades de 50 años y más, y una determinante directa de problemas de salud que ellas viven.

Sostienen varios especialistas que una de las cuestiones fundamentales es que la sociedad gane en cultura gerontológica, de modo que aprenda a convivir en armonía y salud con los ancianos. Para ello, despojarnos de visiones estereotipadas, que casi siempre los colocan en una posición de dependencia y desventaja social, y los muestra como incapaces de tomar iniciativas y fomentar el desarrollo social, es imprescindible.

En Cuba, también es un tema pendiente ir desarticulando patrones de la sociedad mo­derna actual, que reflejan “el viejismo”, comparable al racismo o al sexismo, al plantear que los adultos mayores tienen muy poco o nada que aportar al grupo social al que pertenecen.

Fatal error. Es sabido que una sociedad que no respeta, honra y cuida a sus ancianos, tiene fecha de caducidad, pues pierde su memoria y se priva de un futuro.

El envejecimiento es una etapa más de la vida y como tal hay que entenderlo. Facilitar que nuestros mayores disfruten de una vejez digna debe ser un compromiso. Es lo menos que podemos hacer por las generaciones que han contribuido a construir la historia de este país.

5 comentarios

  1. Me siento feliz realmente de que la periodista trate este asunto, tan delicado y tan lleno de humanismo, lo que pienso al respecto:
    1. No existe realmente conciencia en cierto sector poblacional, sobre el tema.
    2.Las autoridades nacionales en sus decisiones distan mucho de verdad de la importancia del asunto (lo digo porque hasta un dirigente considero la posibilidad de «privatizar el cuidado» de los ancianos), aunque sin eliminar las razones del Estado. Desconociendo, me parece, que todos o la gran mayoria de esos viejos entregaron todo, por hacer de la Republica algo que alcanzase la cima del respeto y el conocimiento, participantes, sin ninguna condicion de la defensa de la soberania nacional.
    3.He visto, que hasta cierto punto hay abandono de las autoridades a mas de un anciano que recurre a «ciertos» trabajs para sobrevivir; vender cualquier tipo de basura en la calle y sin consentimiento.Buzos, cierta mendicidad, reventa de periodicos etc.
    4. Inconsciencia, como bien senala la periodista a proteger a los ancianos, que con dificultades deben recurrir a un transporte publico, de por si deteriorado y en crisis dadas las condiciones ya conocidas.
    5.Irrespeto al anciano que tiene que recurrir a algun servicio, miradas de desprescio, tratos inadecuados; aunque hay que decir que visto actuaciones de ancianos que dejan mucho que desear.

    No hay un analisis consecuente de que el aumento de la ancianidad es el resultado de los movimientos migratorios, donde muchos jovenes han abandonado el pais, buscando nuevos horizontes que supuestamente no han podido encontrar en el pais.

    Considero que prensa y otros medios podrian hacer muchoi, porque los ciudadanos tomasen econciencia de lo que vale la proteccion de la ancianidad, porque todos o al menos los que podamos llegaremos al momento de la jubilacion y logicamente de la pension, entonces ya no valdria la pena ni recordar cuan inconsecuentes fuimos en la proteccion a los viejitos. Gracias

  2. me llamo la atencion el punto que se refiere a los baños, dejeme recordarle a la autora que encontrar un baño limpio en este pais es algo muy raro y si ademas tiene que tener caracteristicas especiales que lo adecuen para ser usado por nuestros viejitos, alabao¡¡¡¡

  3. SI, lo de los banos en Cuba es una atrocidad desafortunada. igual que la ausencia mayor de accesso y servicios basicos para los minusvalidos y los ancianos. Ojala el ministro de la salud se dara cuenta y empezara’ hacer algo.

  4. Está muy bueno todo lo que comentan, pero creo que los que hemos llegado a más de 60 vemos que las instancias institucionales, nuestros médicos y nuestros periodistas están tomando de la mano esta preocupación por nosotros en Mayabeque se trabaja en la investigación de estos temas en varios municipios con los cuales se está tratando de hacer lo mejor, pero creo que lo principal es el amor.

  5. Es un tema tan antiguo como la propia existencia.
    Cuando consultamos los llamados libros sacros y seculares, es un tema de maxima PRIORIDAD.
    Infelizmente aquello que se refleja de los informativos nos dice lo contrario.
    Estamos a destruir un legado irrecuperable
    donde estan cdr, fmc, ctc, ujc, pcc y las instituciones oficiales del estado y del gobierno?

    Verbus volam-scritum manen

    Liborio y ahora?

    El estado que hace practicamente?

    Un dia sera diferente

    NACIMOS
    PARA
    VENCER
    Y
    NO
    PARA
    SER
    VENCIDOS

    viva cuba
    corazon de nuestra america

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